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¡HAGAN SINAPSIS!


viernes, 22 de enero de 2010

Wanna chamba?!!

¡Qué difícil es encontrar trabajo en Perú! Ay, ¿por qué no es como otros países, que simplemente vas al lugar y dices que quieres trabajar y no les importa tu edad y si ven que tiene verdaderas ganas te contratan en one? Acá, una vaina... Hasta ahora he tenido trabajos no fijos, de traductora, de anfitriona en algún que otro evento, profa particular de inglés, vender la ropa que diseño o diseñar para el o la que me diga según las ocasiones. Pero, nunca un damn trabajo fijo, ¡aj total! Para colmo cuando he ido en búsqueda de trabajo he tenido que ponerme tacos, sastre y maquillarme; caminar así es un martirio, estar de lugar en lugar y bajo el sol, peor aún, y eso que amo el sol, pero, detesto ponerme pantalones, ja, ja. En fin, la cuestión es que no encuentro trabajo aún. Y ya me cansé de cachuelearme. Quiero ganar dinero para invertirlo en mis diseños y así darme más a conocer. Trabajar en cualquier cosa (decente, obviamente), aunque sería bravazo poder trabajar en algo de mi carrera, ¡sería fenomenal! Pero, eso es más difícil en este país, so, creo que es mucho pedir, pero, no hay imposibles, sé que no, desde que supe que una mami le puede dar bola a un aj, sé que nadita es imposible, ja, ja, ¡qué rata! So, seguiré siendo perseverante y el lunes volveré a ponerme el sastre e iré en búsqueda de algo fijazo. ¡Ay, necesito eso! Quiero ya sacar mi brevete y tener al fin en mis manos mi bello Mustang Ford del 67 (o sea, necesito trabajar para poder mantenerlo, porque no le voy a pedir todo el tiempo a mi amiii para la gasolina, pues), yup, yup, amo los clásicos, por eso soy extremadamente extraña, no quiero el típico Peugeot 307 que toda tipa de mi edad desea, son bonitos, pero, aburre verlos con cada tipa joven; en mi opinión, no hay cosa alguna más paja que una chicha en un carro clasicazo, ¡se ve tan sofisticado! Así vayas en zapatillas o bermudas, ja, ja... Bueno, me salí del tema central, y llegamos a una conclusión... ¡Dejen trabajar al que se le de la gana! Y... ¡Chanchito, engordaaa!

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