¿Acaso eso no nos hace pensar qué damn pasa con los gobiernos que siempre prometen lo mismo, tal miss universo que siempre tiene el mismo rollo 'yo leo Vargas Llosa, admiro al Papa Pío XII (que creen que sigue vivo) y quiero la paz mundial, pero, me importa un rábano usar este dinero en los niños pobres y prefiero gastarlo en muchos labiales', los políticos también, siempre con su mismo rollo, 'que no habrá pobreza, que habrá igualdad, que habrá educación hasta para el que no tiene ni un inti'? ¿Acaso lo cumplen? Y los niños, adolescentes y jóvenes somos los que más sentimos esto, al no poder ingresar a la universidad más cara porque api o ami no tienen ese billete, o al no poder hacerlo a una nacional cuando eres de los colegios más nice de los nice de Lima, porque te miran como '¡maldito pituquito, ¿qué chuma haces acá?! Vienes a reírte de nosotros los misios'. O sea, ni en el norte, sur, oeste y este hay igualdad... Me parece tan estúpido. Que aún haya discriminación en el mundo, y sobretodo en tu mismo país. No tiene sentido que haya discriminación de cualquier tipo en el mundo, y mucho menos el maldito racismo, cuando vivimos en un mundo tan diverso de etnias, todos mezclados, y si no es así, que venga el primero que diga que su sangre es puraza, imposible, man. Los de África, América, Europa, Oceanía, Asia y hasta en los polos estamos mezclados con todos. So, ¿podríamos parar con tanta ignoracia? Enseñar desde bebés que somos igualitos y merecemos la misma deliciosa calidad de vida. Pero, hasta ahora, a casi nadie le interesa... Siempre las guerras. Siempre la pobreza. Siempre la discriminación. Siempre la desgracia. Siempre la desigualdad. Siempre la analfabetización. Siempre la burla de parte del gobierno que le conviene la gente ignorante para poder seguir haciendo sus cutras y demás antimoralidades.
jueves, 21 de enero de 2010
Todas las personas mayores fueron niños al principio, aunque pocas de ellas lo recuerdan.
Comienzo esto con la dedicatoria de El Principito de Antoine de Saint-Exupéry que lo puse de título. Tras ver la película All the invisible children, quedé más marcada por la sociedad de hoy en día, aunque debo preguntar, ¿a esto se le llama sociedad? Que yo sepa sociedad es cuando todos vivimos en armonía, pero, ¿es así como vivimos? No way! Por ninguna parte a esto le veo sociedad, ¡no hay paz ni en media cuadra! Volviendo con la película, que se la recomiendo a todos-y por ello lo puse a la derecha, en mi lista de películas recomendadas-, hasta el que no le importa de lo que pasa en el mundo, se interesará de lo que hoy viene a ser una costumbre, y que ni en el periódico suele ya aparecer, porque ya se sabe que es de siempre, siempre, siempre. En el primer corto (ya, ya, porque esta pela es de siete cortos de directores que en verdad se lucieron con su trabajo) vemos como Tanza lucha por su libertad. En el segundo, Uros está en el reformatorio, del cual el no quiere salir, ya que estar con su padre es peor que estar en una cárcel juvenil. El tercer trata de Blanca, una adolescente de USA que vive con sus padres drogadictos, y sufre de discriminación por parte de sus compañeros de colegio, al enterarse que tiene sida y sus padres también. Bilu y Joao tratan de sobrevivir en las fabellas. Jonathan es un fotógrafo de prensa, que se desilusionó de la vida, tras ver tantas guerras a través de su cámara, pero, redescubre la esencia de la vida a través de la infancia. El sexto es sobre Ciro y Bertucciello que roban un rolex para huir hacia una verdadera infancia, y como dice una transeúnte 'la culpa es de los adultos que hacen que los niños roben'. Y finalmente, tenemos la historia de Song Song y Cat, las cuales viven vidas paralelas, con situaciones totalmente opuestas y en el mismo lugar.
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